Belén: La Historia y Legado del Lugar de Nacimiento de Jesús
ISBN: 9781721621866
$9.99
“Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad”. – El Libro de Miqueas, Capítulo 5
Belén es una de las ciudades más antiguas del mundo, una que ha sido conquistada y gobernada por cananeos, judíos, romanos, árabes, cruzados, los mamelucos de Egipto, y los otomanos. Tan solo en el último siglo, ha sido controlada por varias partes diferentes. Los británicos tomaron Belén durante la Primera Guerra Mundial y controlaron la ciudad desde 1920 hasta 1948, y tras la guerra de 1948 entre Israel y sus vecinos, Jordania anexionó Belén y la controló hasta la Guerra de los Seis Días en 1967. Fue durante la Guerra de los Seis Días que Israel tomó el control de Belén, conservando el poder sobre la ciudad hasta 1995, cuando, de conformidad con los Acuerdos de Paz de Oslo, el control de la ciudad y de Cisjordania circundante fue entregado a la Autoridad Nacional Palestina. Los palestinos continúan administrando los asuntos de Belén hasta el día de hoy. ¿Qué fue lo que hizo de este pequeño asentamiento sin pretensiones, el foco de tanta atención y conflictos?
La principal razón por la que Belén es tan famosa hoy en día son los pasajes bíblicos que relacionan la ciudad como el lugar de nacimiento de Jesucristo. Además, la iglesia cristiana más antigua en uso continuo en el mundo es la Iglesia de la Natividad en Belén. Como la ciudad misma, la Iglesia de la Natividad ha pasado por numerosos ciclos de creación y ruina. Construida sobre la Cueva de la Natividad por primera vez por la madre del emperador Constantino, Helena, en mayo de 339, la iglesia existió durante casi dos siglos antes de ser destruida durante la revuelta samaritana en el 529 a. C. La iglesia fue luego reconstruida por el emperador bizantino Justiniano en 565, y es esta estructura la que ha sobrevivido en gran parte hasta nuestros días. Hoy, la Iglesia de la Natividad es Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO, junto con la ruta de peregrinación que conducía entre Belén y Jerusalén.
Belén es una de las ciudades más antiguas del mundo, una que ha sido conquistada y gobernada por cananeos, judíos, romanos, árabes, cruzados, los mamelucos de Egipto, y los otomanos. Tan solo en el último siglo, ha sido controlada por varias partes diferentes. Los británicos tomaron Belén durante la Primera Guerra Mundial y controlaron la ciudad desde 1920 hasta 1948, y tras la guerra de 1948 entre Israel y sus vecinos, Jordania anexionó Belén y la controló hasta la Guerra de los Seis Días en 1967. Fue durante la Guerra de los Seis Días que Israel tomó el control de Belén, conservando el poder sobre la ciudad hasta 1995, cuando, de conformidad con los Acuerdos de Paz de Oslo, el control de la ciudad y de Cisjordania circundante fue entregado a la Autoridad Nacional Palestina. Los palestinos continúan administrando los asuntos de Belén hasta el día de hoy. ¿Qué fue lo que hizo de este pequeño asentamiento sin pretensiones, el foco de tanta atención y conflictos?
La principal razón por la que Belén es tan famosa hoy en día son los pasajes bíblicos que relacionan la ciudad como el lugar de nacimiento de Jesucristo. Además, la iglesia cristiana más antigua en uso continuo en el mundo es la Iglesia de la Natividad en Belén. Como la ciudad misma, la Iglesia de la Natividad ha pasado por numerosos ciclos de creación y ruina. Construida sobre la Cueva de la Natividad por primera vez por la madre del emperador Constantino, Helena, en mayo de 339, la iglesia existió durante casi dos siglos antes de ser destruida durante la revuelta samaritana en el 529 a. C. La iglesia fue luego reconstruida por el emperador bizantino Justiniano en 565, y es esta estructura la que ha sobrevivido en gran parte hasta nuestros días. Hoy, la Iglesia de la Natividad es Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO, junto con la ruta de peregrinación que conducía entre Belén y Jerusalén.